En lo que fue toda una partida de ajedrez entre el Fútbol Sala Talavera Aurge Energía y el Infantes Fútbol Sala, primero contra tercero del Grupo XVI de la Tercera División, se impondrían las fichas azules y blancas sobre las rojas y blancas después de 40 tensos minutos de duelo en los que los locales acabarían dando ‘jaque mate’ a su oponente para sumar tres puntos más en su casillero para hacer 55. Una victoria más, que es la decimoctava, y un partido menos, pues son ocho los que restan para llegar al final, concretamente media vuelta.

Y la verdad es que no fue nada sencillo este encuentro y además por varias razones: la primera de ellas la entidad de un oponente que llegaba en la tercera plaza de la clasificación y que venía de una muy buena dinámica de resultados. La segunda, una semana atípica de entrenamientos, con un virus estomacal que ha hecho estragos, con sólo cinco jugadores para la sesión del martes y el jueves alguno más. Y sin olvidarnos las malditas lesiones que también se están cebando con el primer equipo y que obligaron una jornada más a tirar de la cantera.

Pero este equipo tiene ángel, tiene eso que tanto cuesta encontrar a lo largo de una temporada y que suele ser la clave del éxito o de al menos conseguir hacer las cosas bien y precisamente esa palabra se llama ‘equipo’. Todos a una, minimizando las debilidades y potenciando las fortalezas, no midiendo los minutos y arrimando cada uno con lo que puede. Y ojo que el banquillo también juega y Álvaro Fernández y su equipo están sabiendo dar con la tecla.

Y después de tanta reflexión vamos a entrar de lleno en materia para diseccionar un encuentro en el que, de arranque, pusieron el listón muy bajo de faltas los colegiados y en apenas dos minutos Talavera se iba a las tres faltas ya, pero es que en los primeros 30 segundos ya le habían penalizado dos. Lo curioso del caso es que fue Infantes el primero que llegó al bonus y lo hizo en el séptimo minuto, aunque los cerámicos no tardaron mucho en igualar en ese aspecto.

Hasta entonces pocas llegadas entre uno y otro, contaditas con los dedos de la mano. La más clara local un remate de Chule que hizo volar a Jesas y la respuesta un susto en forma de rebote a disparo de Isaac que tocaba en Dani Hernández y se le envenenaba a José Carlos pero el meta consiguió reaccionar a tiempo. A todo eso ya por entonces Fernando Mena ya se la estaba jugando desde hace muchos minutos con portero - jugador, por si el partido no podía tener más condicionantes.

Para complicarlo un poco más, porque la semana estaba para ello, llegaba el 0-1 para los visitantes y lo hacía en una mala salida de presión de los blanquiazules y en un remate de Miguel que batía por bajo a José Carlos. Llamada de atención al FS Talavera Aurge Energía, que pareció meterle una velocidad más pero que veía como esa sexta falta no se le pitaba tan fácilmente como las cinco anteriores pero que intentó el uno para uno hasta que le llegó la opción del diez metros.

Mario Arriero sería el encargado de tomar la responsabilidad y también de quitarse un peso de encima por los anteriores marrados. Con la calidad que atesora el ala talaverano la colocó con mimo en la línea y con el mismo ‘tacto’ se la puso imposible a Jesas para el 1-1 en el marcador. El encuentro se nivelaba y los locales que trataban de darle otro puntito más aprovechando la cresta de la ola. Lo intentó Carlos, una vez más aportando frescura, y de sus botas cerca estuvo de llegar un gol que el meta le impidió en la misma línea. De portería a portería porque José Carlos estaba providencial ante Fer salvando a bocajarro y para finalizar el primer acto saldría con todo para cortar una contra y dejar la cita en tablas al descanso.

La segunda mitad tuvo otra cara en la que Talavera poco a poco fue ganando terreno a un rival que seguía buscando portero jugador y además lo fue variando a lo largo del tiempo para intentar cambiar los perfiles. Lo supo defender bien el conjunto cerámico y además en esta parte consiguió encontrar el camino para descifrar el entramado defensivo rival. Eso sí, delante tenía a un gran Jesas atentísimo a las llegadas de Vicen y de Alejo, como también los palos jugaban a favor de los infanteños porque hasta por dos veces consecutivas lo tocó la pelota a acometidas de Miguel Ángel y de un Isaac que estuvo a punto del autogol.

Sería en forma de pizarrita, estrategia al poder, como llegaría el 2-1 al luminoso del Primero de Mayo, el cual por entonces ya había comenzado a entrar en combustión con el apoyo de una grada que una vez más vio que era el momento de encender la llama. Explotó de júbilo la grada después de un gran movimiento al espacio de Vicen que llegaba con todo al segundo palo para el gol, un tanto por cierto, que tiene su historia, pues es el número 100 del equipo en el presente curso.

Viento a favor para los de Álvaro Fernández que le daban la vuelta a la tortilla pero ojo que todavía quedaban 14 minutos de sufrir y de manera más intensiva el juego de cinco del rival. Sin embargo el entramado defensivo no dejaba pasar ni una, una concentración digna de mención y a la espera de esa oportunidad para golpear y coger más distancia. Sin embargo para ello hubo que aguantar de manera estoica diez minutos pero al final acabó apareciendo.

Estaba en la noche de este sábado de dulce Vicen, que más listo que nadie se metía entre líneas para interceptar un pase y empujaba desde lejos a la red para el 3-1. Talavera le daba ‘jaque’ a Infantes pero la partida no había acabado. Quizá el cartucho de los visitantes se iba a gastar en la acción siguiente con un vuelo espectacular a la escuadra de José Carlos para detener el disparo de Diego Yeste.

A partir de ahí el ‘jaque mate’ era cuestión de tiempo porque Cascorro derribaba a Chule cuando se disponía a anotar el cuarto. Dos minutos de superioridad para los cerámicos que no hizo falta de cumplir por los infanteños ya que un minuto más tarde Vicen volvió a aparecer en el lugar exacto para empujar a la red, lograr el cuarto (4-1) y celebrarlo con un ‘un, dos, tres’ que no hace mucho se pudo ver en otro lugar no muy lejano y en otra superficie, en este caso de césped, recordando a Kilian Mbappe.

Y ojo porque Talavera quería más. Ya había igualado los tres de diferencia de la ida (quedaron 5-2) y querían además ganarle el golaveraje a su oponente. El palo le negó el quinto a Chule con un testarazo tras envío desde el otro área y poco después Alejo marraba el mano a mano ante Jesas. Lo siguieron intentando los locales y el premio llegó a segundos para el final, una jugada colectiva, moviendo con paciencia de lado a lado, quizá el tanto más bonito de todo el encuentro, el que suponía el 5-1 y que lo anotaba el ‘pichichi’ Chule, uno más para su cuenta, el número 22, el mismo que su dorsal.

Ahí sí llegó el definitivo ‘jaque mate’ porque Infantes ya no quiso jugar la última posesión del partido y los segundos fueron agotándose a la par que los aplausos de la grada iban ‘in crescendo’. Victoria pues por 5-1 y 55 puntos en el casillero cuando quedan 24 por disputarse, que es todo un mundo, sí, pero este equipo quiere seguir soñando con ese ascenso de categoría que se ve una jornada más cerca. Siguiente destino: Menasalbas.